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El desafío de hacer ciencia en escuelas especiales: la experiencia de Germina

El desafío de hacer ciencia en escuelas especiales: la experiencia de Germina

“El hacer ciencia en las escuelas especiales es un tema muy necesario, sobre todo porque se hace efectivo el derecho a la igualdad en Educación y porque es una forma de seguir desarrollando el pensamiento”, señala el Educador Diferencial Richard Quinteros, actual asesor en Inclusión de la Feria de Ciencia y Tecnología “Haciendo ciencia voy creciendo” de la Escuela de Pedagogía PUCV junto a Explora Valparaíso.

Agrega que “es verdad que nosotras/os como educadoras/es diferenciales no tenemos formación inicial en estas materias, pero lo que se propone desde el MINEDUC, para llegar a una educación inclusiva, es el que nuestras/os estudiantes accedan a los mismos aprendizajes que estudiantes de educación regular, sobre la base del mismo currículum. Es por esto que un papel fundamental también lo tienen la metodología de enseñanza y el uso de materiales que permitan explicar mejor los fenómenos que se dan en la naturaleza”.

Para el asesor en inclusión, trabajar el espíritu científico no sólo potencia la curiosidad por el mundo que nos rodea, sino que también implica poner en práctica ciertas habilidades vinculadas al trabajo en grupo junto a otras/os compañeras/os.

Similar opinión entrega la coordinadora técnica de la feria científica, Alejandra Verdejo: “es muy importante para todos desarrollar las Ciencias en sus colegios, pues brinda muchas oportunidades de aprendizaje, desde cómo pensar, qué preguntar, cómo buscar respuesta a las preguntas que surgen desde cosas muy cercanas, desde mi propia comunidad, y se transforma en un desafío personal, por lo que cada escuela puede trabajar en sus propios intereses, eso lo hace aún más interesante”.

Alejandra Verdejo añade que “se transforma en un gran desafío, ya que debemos despojarnos de los prejuicios y ponernos un ratito en los zapatos de otro, otro distinto que también quiere disfrutar y hacer Ciencia”.

Experiencia de Germina

Durante los 6 años que se ha realizado el Programa de la Feria de Ciencia y Tecnología “Haciendo ciencia voy creciendo” se han ido incorporado escuelas especiales, una de ellas es Germina, quienes este 2017 participarán por tercera vez en el evento científico.

Germina es una Escuela Especial ubicada en la comuna de Quilpué, que se ha focalizado en brindar atención educativa a alumnos que presentan necesidades educativas especiales derivadas de Trastorno del Espectro Autista.

Lorena Santos, ex alumna de Educación Especial PUCV y desde el año 2013 profesora jefe del nivel 3B de Germina, recuerda las aprehensiones que tenían cuando los invitaron a participar en la feria científica. “Como escuela, recibíamos año a año la invitación vía mail de participar en la Feria de Ciencias, pero leíamos las bases y no aparecía la opción de participar como escuela especial. El año 2015, volvimos a recibir la invitación y junto con la Directora del establecimiento, Tolska Barrientos, nos comunicamos con el equipo para decirles que teníamos interés en participar, pero en las bases no nos incluían. Con muy buena disposición, ese año el equipo abre las bases y desde ese momento todas las escuelas especiales pueden participar”.

Gracias a un taller de ciencia y tecnología que realizó un alumno de Doctorado de la Universidad Santa María, empezaron a preparar una investigación centrada en un experimento que consistía en la creación de un líquido no newtoniano. “Nuestra hipótesis era que sí saltábamos sobre cualquier líquido, nos mojaríamos. Con este experimento buscábamos demostrar la veracidad de esta hipótesis, la cual refutamos comparando 3 variables.  Era un proyecto muy entretenido, estuvimos 2 meses trabajándolo, haciendo pruebas, siendo rigurosos con el método científico, adaptándolo a las características de aprendizaje de nuestros alumnos”, rememora.

El año 2016 volvieron a participar con el proyecto “Creamos un Holograma” y fueron una de las escuelas destacadas. “En ese momento fueron mil emociones las que se me vinieron a la cabeza, de todo el proceso, de todo el esfuerzo y trabajo junto con los niños y familias. También todo lo que hay atrás de venir de una escuela especial”, manifiesta.

Hoy, mientras se prepara junto a sus estudiantes para la versión 2017 de la feria, señala que “como equipo nuestros principales aprendizajes en torno a las Ciencias han sido que debemos tratarla con la rigurosidad que merece. Para nosotros es muy importante trabajar en base al método científico, el cual por las características de aprendizaje de los niños se adapta perfecto, ya que ellos suelen ser muy metódicos. También comprendimos la importancia de la observación de los fenómenos, el problematizar todo, hasta lo cotidiano, la importancia del uso de variables para comprobar nuestra hipótesis. Cuando se van incorporando esos elementos, todo tiende a fluir más rápido. También es importante para ellos trabajar la importancia de que no hay resultados negativos. Si nuestra hipótesis se refuta, no hay problema, ya que aporta de todas formas conocimiento, así trabajamos con la frustración que les puede producir”.

Agrega que “lo importante es ser sistemático. Esto no puede ser algo que se hace una vez al año o de vez en cuando. Nosotros lo trabajamos todas las semanas en nuestro taller de ciencias y tecnologías, así hemos logrado ver los avances de los niños y aprender mucho nosotros también”.

“Mi mensaje es instarlos a participar, como profesionales tenemos que volver a posicionar a las escuelas especiales. Mostrar que dentro de este contexto educativo se hacen las cosas de manera seria, al igual que las escuelas regulares. Debemos dejar atrás los prejuicios que existen sobre las personas con necesidades educativas y eso se hace estando ahí, participando. Si su proyecto no es seleccionado, de todas formas, se puede ir como espectador. Es una mañana súper entretenida para todos los niños, así que no debe haber excusas, solo participar”, señala Lorena Santos.

“También es un reto sacar de nuestra cabeza los prejuicios o temores que tenemos. Me acuerdo de que la primera vez que participamos en la Feria me cuestioné mucho si estaba bien exponer a los niños a una experiencia que podía ser potencialmente estresante para ellos. Después de dos Ferias de Ciencia, puedo decir que sí, vale la pena. Al final, no fue nada estresante, se divirtieron con sus proyectos y viendo a los demás colegios. Si no nos hubiésemos atrevido como equipo, habríamos cerrado las puertas a muchas oportunidades que esto ha generado en nuestro curso. Las ciencias han favorecido sus habilidades de forma transversal, desde lo social a lo cognitivo”, finaliza.