Ex alumna de Educación Parvularia PUCV, Vanessa Agüero: educando en tiempos de pandemia a niños/as en Chiloé
“De alguna manera, las características geográficas apoyan nuestro aislamiento social, pero acá hay necesidades muy diferentes (…) Aquí hay necesidades que son fáciles de suplir: la gente cosecha sus verduras, tiene sus animales y cuando la luna acompaña se va a mariscar y a pescar. Pero hay otras necesidades que se dejan de lado, no hay un fácil acceso a atención en los centros de salud. Para que hablar de la contención emocional o el apoyo psicológico, solo existe en contextos educativos, gracias al apoyo del PIE”, cuenta Vanessa Agüero Agüero, ex alumna de Educación Parvularia PUCV, quien ejerce su profesión en la Isla de Chiloé.
Nacida en Viña del mar y criada en Villa Alemana, egresó de la carrera de Educación Parvularia PUCV el año 2018. Actualmente trabaja como educadora de párvulos en la Escuela Rural Detif, ubicada en Isla Lemuy (Región de Los Lagos).
“Llegué el año pasado a esta linda isla, a cubrir un reemplazo de dos semanas, me quedé acá durante las vacaciones de verano para disfrutar la tranquilidad y hermosura que ofrece esta isla. Y hoy me encuentro a cargo del nivel combinado NT1 y NT2. Trabajo con niños y niñas maravillosos de 4 a 5 años, de los que aprendo cada día”, manifiesta.
Para la ex alumna de la PUCV, en este tiempo de pandemia “lo que me ha hecho más sentido es la importancia del vínculo con las familias. Hoy, con este contexto de pandemia que nos permite reunirnos una vez a la semana junto a los colegas y las familias, me he podido dar cuenta de cómo influyen los vínculos en contextos tan complejos como el que estamos viviendo”.
Según expresa Vanessa, si bien muchas familias dentro de la comunidad educativa tienen acceso a plataformas de comunicación, no siempre la señal los acompaña para poder realizar llamadas o videollamadas. “Para mí ha sido muy complejo intentar entregar contención a los niños y niñas, pero creo que las familias han sido mi pilar fundamental durante este proceso. Ellas me han abierto las puertas a sus hogares y a sus realidades. Nos hemos acompañado mutuamente y seguimos buscando estrategias para seguir mejorando”, comenta.
Al ser consultada por los retos que existen actualmente para las/os educadores de párvulos en Chile, responde que “en estos momentos es intentar cumplir con todo”.
Añade: “hoy ya contamos con la priorización de los objetivos de aprendizaje (otorgados por las Bases Curriculares de Educación Parvularia) que se deben abordar durante este año. Sin embargo, ¿cómo puedo pensar en actividades que apunten a desarrollar esos objetivos si tengo niños y niñas que están preocupados porque sus familias deben salir a trabajar a diario o porque tienen necesidades en sus hogares que no solo son materiales y un sinfín de cosas más?”.
“Se ha entregado mucho material que apoya el ámbito curricular, pero a mi criterio faltan programas ministeriales que entreguen apoyo y contención emocional y psicológica. Hay educadores y educadoras que hacen lo posible para apoyar y acompañar de mejor manera este proceso, pero no sé si sea tiempo de focalizar la atención en el currículo. Se están dejando de lado aspectos importantes en el desarrollo humano, que están relacionados con el vínculo familiar, la educación emocional, el aprendizaje y la educación para la vida”, señala.
Estudiando en la PUCV
Para Vanessa Agüero, al ingresar a la universidad “lo que más me gustó de la PUCV fue su sello valórico y la responsabilidad social que planteaba la carrera. Creo en la educación como una herramienta que puede ayudar a romper brechas y nos puede servir para acceder a nuestras metas, por ende, quise seguir con esta responsabilidad”.
Sobre sus años universitarios, valora especialmente la gran vocación, disposición y compromiso de muchos de sus docentes, aspectos que hoy la inspiran a seguir día a día con su profesión. En particular rememora con especial cariño a la profesora Tatiana Goldrine por su apoyo en momentos difíciles a nivel personal.
“Lo que más destaco de la formación ofrecida por la PUCV es ese carácter investigativo y de continuidad de formación. Creo que algo fundamental en la pedagogía es tener y acceder a una constante actualización de la información que se posee. Hoy si hay algo que no sé, poseo las bases, las herramientas para poder buscar la información, orientarme y apoyarme”, resalta.
Finalmente, reflexiona: “creo que los más hermoso que tiene la carrera es que te recuerda que estás vivo, que existes y que tienes un propósito que debes cumplir.
No tratamos con un computador o con una máquina, por el contrario, compartimos todos los días y todo el día con hermosas personas, con las cuales establecemos vínculos afectivos, compartimos emociones, sentimientos e incluso metas y proyecciones. Somos los y las encargadas de apoyar el proceso educativo y ofrecer las mejores experiencias. Es importante tomarse este trabajo con responsabilidad y compromiso”.