Práctica Final Docente en Educación Especial: replanteando las maneras de trabajar, evaluar y acompañar
Para la carrera de Educación Especial PUCV el inicio de práctica en este segundo semestre ha estado enmarcada por importantes desafíos vinculados a la adscripción de la Universidad al Programa Tutores para Chile y el organizar dicho proceso en tiempos de pandemia.
Así lo explica la Coordinadora de Prácticas de la carrera, Sandra Silva, quien comenta que todo esto ha implicado “replantear las maneras de trabajar, evaluar y acompañar a nuestros estudiantes, lo que conlleva modificar y crear nuevas alternativas de trabajo. Y, por otro, lograr armonizar cargas horarias, solicitudes desde los propios centros. A esto se une otro gran desafío, el hecho de que este semestre y, por primera vez, tenemos un grupo importante de profesoras en formación de Práctica Final Docente que debiesen haber realizado su práctica en el primer semestre, pero que por esperar la presencialidad lo posterga al segundo. Grupo al que se une el gran número de equipos de trabajo que realizan Práctica Docente Intermedia, a quienes sí les correspondía realizar su práctica y ninguno de los cuales toma la decisión de postergarla, a pesar de ser modalidad online”.
De acuerdo con lo informado por la Coordinadora de Prácticas, para “satisfacer las necesidades de cada práctica, se han realizado algunos talleres a cargo de la Unidad de Prácticas, como es contención emocional y recursos TICs. Otros a cargo de las unidades académicas, tales como Priorización Curricular y Trabajo con Pequeños Grupos, los que serán realizados en conjunto con la carrera de Educación General Básica, siendo una positiva instancia de colaboración y aprendizaje”.
Agrega que “a pesar de este intenso inicio, es positivo relevar el gran apoyo de los docentes mentores y equipos directivos de cada espacio educativo, que desde el inicio han apostado por el apoyo y participación de la carrera en su propuesta de este segundo semestre, valorando lo ya realizado en el primero, permitiendo que nuestros profesores y profesoras en formación se sientan parte de este desafío, integrantes de los equipos de aula y de la comunidad. Es así como, se dan el espacio para acompañarlos permanentemente, generar tareas progresivas para que vayan siendo agentes activos y manifestando su confianza y respeto por lo realizado. Incluso, han participado de consejos, reuniones de apoderados, reuniones de equipo, bienvenidas donde los propios profesores en formación destacan ‘la organización del establecimiento y lo agradable que ha sido la experiencia´, destacando además ‘que los directivos nos señalaron que esperan realicemos un buen trabajo y logremos aportar en lo que ha significado esta educación a distancia´, relevando ´que se espera profesionalismo´, lo cual los posiciona como agentes protagónicos y respetados que sienten la confianza en su trabajo”.
Fabiola Somarriva, tutora de Prácticas de Educación Especial PUCV, considera que un aspecto esencial como entidad formadora es que “podamos estar al servicio de las necesidades y posibilidades de cada centro educativo, pues esperamos ser un facilitador y no ofrecer a la escuela presiones u obstáculos que no respondan a sus posibilidades o expectativas. Los nuevos canales de comunicación que esta situación ha abierto nos han mantenido favorablemente muy conectados, abriéndose distintos espacios de participación donde todos tenemos espacio y contribución”.
A su juicio, el principal desafío es “ofrecer instancias de aprendizaje que sean diversas, pertinentes y sensibles, a un contexto que en diferentes medidas nos está ofreciendo muchos requerimientos muy diversos, tan propios de cada realidad educativa y quienes la componen”.
Para la tutora Marianela Arancibia es preciso prepararse con optimismo y disposición positiva “para adaptarse, flexibilizar y aprovechar las situaciones como posibilidades para ejercitar nuevas habilidades y desarrollar nuevos aprendizajes. El mayor desafío es entregar una respuesta educativa respetuosa, sensible y pertinente a cada alumno”.
Añade que “vincularnos de una manera virtual cuando la presencialidad y el contacto humano con nuestros alumnos es tan necesario, el contacto ocular, expresividad, la interacción directa para entregar apoyos de diversos tipos no la tenemos, por lo tanto, el reto es que las interacciones y recursos sean accesibles, comprendidos, cercanos y pertinentes”.
Por su parte María Jesús Núñez Espinoza, jefa de UTP del Colegio Integral San José de Villa Alemana, uno de los centros de práctica, cuenta que debido a la contingencia sanitaria el establecimiento implementó, a través de la plataforma Zoom, la modalidad de clases online para sus estudiantes. “Los desafíos para las alumnas en práctica se centran en no poder conocer a los/as de manera presencial, lo cual hace que las metodologías de enseñanza y evaluación y el apoyo académico a los estudiantes, se vuelva más difícil, siendo su principal desafío, generar buenas ideas y prácticas para adaptarse a la realidad que está viviendo nuestro país y favorecer el proceso de aprendizaje de los alumnos/as”.
“Durante este período como colegio, hemos intentado generar todos los espacios posibles de interacción virtual para que la comunidad pueda mantenerse en contacto y tenga las oportunidades de moderar las tensiones propias de estos períodos y sus impactos emocionales. Hemos hecho todo lo posible para aprender de la experiencia, manteniendo una comunicación fluida a través de las redes sociales y de la plataforma zoom, manteniendo un contacto diario a partir de las clases virtuales, cápsulas educativas, guías de trabajo, reuniones de apoderados, talleres para padres y consejos de profesores. En cada una de estas instancias son partícipes las alumnas en práctica, quienes se favorecen de la experiencia de la interacción con los profesionales, los alumnos/as y sus familias. La comunicación entre toda la comunidad educativa es clave para sobrellevar este proceso de cambio”, puntualiza.